Elementos de la Danza Oriental


Bastones, Velas, Candelabro, Alas de Isis, Pañuelos, Velo, Doble Velo, Melaya Laff, Pandereta, Crótalos/Sagats, Sable, ... Son algunos de los elementos utilizados en la Danza del Vientre hoy en día. Algunos, se remontan a época de sacerdotisas, otros son meramente elementos de fantasía creados e inspirados por leyendas, cuadros, etc.

Bastón: Tiene su origen en la danza de los pastores del Alto Egipto (Tahtip). Se baila dentro del folclore egipcio tanto por hombres como por mujeres, con algunas diferencias respecto a la forma del bastón , los movimientos y la actitud.

Velas: Es un elemento típico de la Danza Oriental Turca, que se utiliza en bodas, bautismos, cumpleaños, etc. Se usan dos copas con una vela encendida dentro de cada una de ellas con las cuales se realizan equilibrios, giros, movimientos suaves, etc.

Candelabro: Elemento utilizado en las bodas y bautizos para "iluminar" el nuevo camino a emprender.

Alas de Isis: Elemento que representa a la diosa egipcia Isis, diosa de la maternidad y del nacimiento.

Pañuelos: Elemento de fantasía (uno para cada mano) con los cuales la bailarina danza dibujando formas y movimientos.

Velo: Elemento introducido por la bailarina Samia Gamal. Se utiliza para cubrir y descubrir el cuerpo de la bailarina mediante figuras.

Doble Velo: Variación del velo que consiste en bailar con dos velos a la vez, siendo estos de gasa, seda u organza y pudiendo tener forma rectangular o de media luna.

Melaya: Tiene su origen en Alejandría. Es un gran velo de tela gruesa y negra que es enrollado y desenrollado por la bailarina y sujetado por los hombros, brazos, etc.

Pandereta: Danza de origen gitana la cual requiere de una coordinación de movimientos, pasos y expresividad al mismo tiempo que se toca la pandereta siguiento el ritmo de la canción.

Crótalos: Elemento formado por cuatro platillos de bronce (dos para cada mano) los cuales se les hace sonar mediante el choque entre ellos al mismo tiempo que la bailarina baila.

Sable: Es un elemento que no proviene de ninguna tradición del folklore árabe. Normalmente para la danza con este elemento se utilizan ritmos lentos mediante los cuales la bailarina ejecuta equilibrios con el sable en cabeza, mentón, hombro, pecho, cintura, caderas o piernas.