Pueblos y civilizaciones antiguas han utilizado la danza, acompañada del canto y la música, para casi todos los sucesos importantes de la vida: sacrificios, rituales, bodas, nacimientos, festividades,… Así pues, no es de extrañar que el origen de la Danza Oriental se sitúe en el antiguo Egipto como un baile ligado a los rituales festivos, ya que la danza en sí, es una de las más antiguas manifestaciones culturales.
Este tipo de baile, que varía de un país a otro y el cual ha evolucionado a través de los siglos, incorpora unos movimientos provenientes de los efectuados por hombres y mujeres en celebraciones populares, pero más estilizados. Así pues, la Danza Oriental no tienen una técnica establecida y las escuelas de baile que hoy en día conocemos son de hace aproximadamente 25 años.

Hoy en día las bailarinas famosas suelen bailar en los clubes de los hoteles de cinco estrellas, aunque en sus principios, siempre habían actuado en casas particulares o en cafés. La libanesa Badiha Masabny, en el año 1930, fundó en Egipto el Gran Teatro, llevando la Danza Oriental a los grandes escenarios y poniendo de moda el traje de dos piezas con pedrería. Años más tarde, y tras su huida, Pepa Ez el Din heredó el Gran Teatro y con ello el mandato. Hoy en día destacan en Egipto bailarinas como Fifi abdu, Nagwa Fouad, Lucy, Dina y Randa Kamel entre otras.
Para poder entender mejor el origen y el desarrollo de la Danza Oriental, está se podría dividir en tres períodos o etapas evolutivas: a) Primera etapa que va desde sus orígenes, S.3000 AC, hasta S. I DC. b) Segunda, desde el S. I DC hasta el S. XIII-XIV. c) Tercera, que empieza en el S. XIII i finaliza en el S. XVIII-XIX. d) Cuarta y última epata a partir del S. XIX.